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Martes, 01 Octubre 2013 19:02

ARQUETIPO

Escrito por

Domesticar: proviene del latín domesticus, y deriva de domus que significa casa. Las tres mujeres el mismo verde vestido, corte y confección, mismo peinado.  El origen que le dio la lengua refería a tomar animales salvajes y hacerlos que trabajen en la casa. Asimiladas, uniforman el vestido con un delantal atado a la cintura. La palabra dominar está relacionada y refiere al control del amo sobre el esclavo. La escena se centra en décadas pasadas, cincuenta fines del cincuenta…  La mesa, las sillas, el aparador y una cortina, los  elementos que conforman el comedor del domus, la desnuda atmósfera de la ama de casa.

Las tres mujeres podrían pensarse como una única persona que refuerza o contradice sus propios deseos y sentimientos, pero que la final siempre está dentro del perímetro, apenas se permite pispiar por la ventana con un tenue movimiento de mano que corre la cortina, y espera el arribo de alguien, de algo que no llega.

La mujer se multiplica, pone los cubiertos los platos en la mesa, los retira y vuelve a colocarlos y quitarlos, y vuelve los actos repeticiones propias de una alineación, refregar la vajilla la pata de la mesa, los bordes inútiles de la madera con manía y obsesión, esa mujer diría rutina y esmero.

Entonces la parodia radica: en la soledad, el rol y el tiempo: el ostracismo, la aparente invisibilidad donde se producen las secuencias, la soledad no correspondida, el respeto por la figura que espera -la investidura- y las secuencias otra vez, homogéneas o contrariadas hacen con el tiempo lo que él hace con ellas.  

Quién es esa mujer?  

El rol femenino del ama de casa que plantea la obra se diluye en la actualidad, el mandato tácito de que sepa coser que sepa bordar ha cambiado de saberes; la mujer ingresó a la escena pública, logro visibilidad, pero las tareas domésticas pasaron a otras mujeres, y ahí encuentro el resabio del sexo que quiere dejar ser débil, pero no se anima o no la dejan? 

La  mujer partida en tres, espera con suspiros algo que jamás sucede, se abstiene a desplegar todo el movimiento y amor que guarda dentro de las paredes del comedor, se resigna: cumple el mito de las siete mujeres por cada hombre, la profecía autocumplidora.    

Un texto para: Doméstica / Dirigida por: Grupo Pleimovil

 

 

Pablo Gungolo

Poeta, nació en Bahía Blanca y en la actualidad reside en Capital Federal. En el 2011 publicó su primer libro “Polaroid” (Editorial La Parte Maldita). Generalmente escribe en floresyfobias.blogspot.com (Elongando). Su próximo libro se llamará “los restos”.