Algo se fundó en la infancia: clases de danza, la escritura de un cuento. Luego vino el despliegue: estudiar Letras (UBA), expresión corporal (UNA) y ser atravesada por la danza butoh. Las herramientas críticas, teóricas y poéticas que las letras me dieron las pongo al servicio de leer y componer en la danza, reflexionando sobre el cuerpo y sus modos de resignificar el espacio-territorio que nos habita.
Me interesa pensar la danza como un despliegue potencial que tiene el cuerpo de manifestarse en el mundo y de conectar con otros mundos que nos exceden y abisman.