Entrevistada por Fernanda Gómez y Silvia Pritz Fecha: Septiembre de 1988 ¿Nos puede hablar de su formación? Empecé a los ocho años en Berlín, en la Escuela de la Ópera Municipal de Berlín, teníamos clases todos los días, dos de clásico, dos de moderno, dos de acrobacia. Esto fue de 1929 a 1936. Me formé en moderno con dos alumnas de Mary Wigman. Veíamos óperas, ensayos, hacíamos ensayos, actuaba en las óperas. En el año 33 las cosas cambiaron, se sacó el moderno, quedó solamente el clásico y la acrobacia. Seguía yendo a las clases de una de las maestras de moderno. ¿Por qué las clases de acrobacia? Era una escuela para chicos, la acrobacia es excelente para perder todo miedo al movimiento. Toda la educación física, gimnástica, rítmica, tenía mucha importancia. Estamos en el año 1929, época de la liberación del cuerpo, hacíamos ejercicios con aparatos. La acrobacia era con miras a la danza, teníamos prohibido andar en bicicleta y en esquí porque nos podíamos romper las rodillas y en bicicleta porque desarrollábamos mal los músculos. ¿Eran épocas donde…